miércoles, 24 de septiembre de 2008

En la ONU: Líderes mundiales reclaman reformas ante crisis económica global


NUEVA YORK, 23 septiembre.— El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, primer jefe de Estado en intervenir este martes ante la 63 Asamblea General de Naciones Unidas, instó a resolver la crisis económica internacional sin imposiciones .

La crisis financiera, con epicentro en Estados Unidos, que sacude a los mercados mundiales, y su repercusión en los países más pobres, las críticas a los organismos económicos internacionales y el reclamo de cambios en la ONU destinados a instaurar el multilateralismo, marcaron los debates de esta Asamblea General.

En su intervención, Lula afirmó que la crisis financiera internacional fue desatada por los fundamentalistas del mercado y ahora se necesitan decisiones políticas para solucionar ese descalabro.

Asimismo, dijo que no solo son los organismos internacionales los que requieren cambios urgentes.

"La ONU ha pasado 15 años discutiendo la reforma de su Consejo de Seguridad, la estructura actual no corresponde a las necesidades del mundo de hoy y del mundo multilateral al cual aspiramos", enfatizó, según AFP.

En igual sentido, la presidenta argentina, Cristina Fernández, demandó reformas que garanticen la multilateralidad en las relaciones internacionales. Según la mandataria, los cambios son ante todo requeridos en el seno de la ONU, para convertirla —precisó— en una entidad con resultados concretos en su gestión.

En otro momento de su discurso, Fernández consideró que el reciente apoyo de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) al Gobierno legítimo de Bolivia debe ser tomado como un ejemplo de las mejoras que pueden experimentar los mecanismos globales.

Según PL, la mandataria cerró su intervención con un llamado a eliminar los enclaves coloniales, y en particular mencionó el caso de las Islas Malvinas, territorio argentino ocupado por Gran Bretaña desde 1833.

En sus declaraciones, el jefe de Estado boliviano, Evo Morales, manifestó la decisión de su país de no abandonar la lucha por la democracia. En ese sentido, hizo una defensa de la política de nacionalización de los recursos de gas y petróleo que encamina su Gobierno y denunció la injerencia de Estados Unidos en su territorio.

Una posición similar asumió el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, quien durante los debates afirmó que los próximos gobernantes estadounidenses "deben limitar su interferencia a sus propias fronteras".

En Latinoamérica, dijo, los pueblos ven su seguridad e intereses nacionales amenazados por poderes externos dominantes e, incluso, por las embajadas de algunos imperios.

También arremetió contra las intervenciones de EE.UU. y de la OTAN en países como Iraq y Afganistán, y denunció la presión política y económica que algunas naciones poderosas ejercen contra su país.

Mientras, el jefe de Estado panameño, Martín Torrijos, pidió ante Naciones Unidas que se le otorgue más poder a la Asamblea General, con el fin de que todos sus miembros trabajen conjuntamente para atajar la crisis de los alimentos, la pobreza y el hambre que sufren millones de personas, la cual calificó de "una amenaza a la paz social".

El mandatario serbio, Boris Tadic, puso sobre la mesa el tema de la separación, de Kosovo, declarada en febrero, la cual su país considera una violación a la integridad territorial.

Durante esta primera sesión intervinieron, además, los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe; de Francia, Nicolas Sarkozy y de Estados Unidos, George Bush.

En su última comparecencia ante la ONU, Bush intentó tranquilizar al mundo respecto a la crisis financiera en EE.UU. y arremetió contra el Consejo de Derechos Humanos, instancia de Naciones Unidas a la que Washington no ha podido manipular como hizo con la antecesora Comisión de Derechos Humanos. (SE)

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